Cuando encontramos al pediatra en quien depositar el control del crecimiento de nuestro hijo, existe un calendario de visitas a seguir desde su nacimiento y durante su infancia. Si bien no todos los médicos manejan la misma recomendación de frecuencia de visitas, estas también dependerán del progreso en el crecimiento de nuestros pequeños, la aparición de enfermedades comunes, la aplicación de vacunas, etc.
Desde el nacimiento, el cronograma de visitas al profesional de la salud puede ser de manera mensual durante el primer año de vida. A partir de esta edad, las visitas podrán ser cada 3 meses hasta los 3 años y luego a medida que vayan presentándose cambios o diversas necesidades médicas en nuestro hijo.
¿Qué revisa el pediatra en cada consulta y por qué?
Crecimiento: Se desvestirá al bebé para conocer su peso y medida exactos, esto es importante para seguir una tabla de promedio por género que puede determinar la curva de crecimiento de nuestro hijo. También se medirá el diámetro de la cabeza, que será anotado durante cada visita para hacer el seguimiento del crecimiento sostenido del pequeño.
Cabeza: Cuando el bebé es muy pequeño, existirán espacios blandos en la parte superior de la cabeza. El espacio en la parte de atrás de la cabeza se cerrará en los primeros meses mientras que el frontal puede terminar de cerrarse entre los 12 a 18 meses aproximadamente.
Oídos: Con un otoscopio, el pediatra revisará el canal y tímpano del oído para revisar si existe líquidos o algún tipo de infección. También se le preguntará si su hijo responde a los sonidos.
Ojos: Con una pequeña linterna, el pediatra revisará la capacidad de seguimiento visual del bebé, esto es importante para poder detectar dolencias como las cataratas.
Boca: Se evalúa para verificar la presencia de infecciones y la aparición de la dentadura.
Corazón y pulmones: Con un estetoscopio se escuchará el corazón y pulmones para evaluar si existe algún tipo de ritmo, sonido o dificultad respiratoria anormal.
Genitales: Estos se revisan para verificar si existe algún tipo de protuberancia o señales de infección. También se verifica la correcta curación de una circuncisión y que ambos testículos hayan logrado bajar al escroto.
Extremidades: Al realizar movimientos en las piernas y caderas, se observará si existe alguna dislocación o displasia de las articulaciones. Esto se debe observar en la primera etapa de la vida para realizar una corrección adecuada.
Avance en el desarrollo: Por último, el pediatra realizará preguntas rutinarias sobre el desarrollo general del bebé para llevar un control sobre sus expresiones como cuándo comenzó a sonreír, cuándo se dio la vuelta por primera vez, cuándo se sentó, cuándo comenzó a pararse, los primeros pasos y el uso de manos y brazos. Los reflejos y el tono muscular también serán observados en cada visita.