El maquillaje y el cuidado de sus herramientas es bastante importante, incluso más que el color de moda o su marca. Uno suele olvidar detalles tan importantes como estos, pero con el tiempo, vas notando que las cosas duran porque aprendes a cuidarlas, más que por el precio que pagaste algún día.
Las mascaras de pestañas se secan, los labiales se derriten y las cremas definitivamente se vencen, pero nuestras herramientas de combates tienen una vida útil bastante más larga, si es que sabemos cuidarlas y limpiarlas cada vez que las usamos.
En el caso de las brochas de maquillaje, la acción es bastante simple. Si bien existen productos especializados que hacen la limpieza exacta, hay ciertos tips que te permitirán limpiarlos en casa, con elementos que puedes encontrar en tu propia cocina, y de paso, ayudar a que tus brochas no propaguen gérmenes en el rostro. Además, al estar como nuevas, logran un acabado mucho más suave y duradero.
1. Elige tu brocha a limpiar, puede ser un pincel delineador, un cepillo de base o uno de rubor.
2. Hierve una taza de agua, espera unos minutos y luego agrégale dos cucharadas de vinagre. Revuélvelo.
3. Sumerge el cepillo en el liquido y agítalo suavemente contra la parte inferior de la taza.
4. Enjuágalo bajo el chorro de agua caliente, y luego en agua fría.
5. Vuelve a darle forma a las cerdas, si es necesario. Y seca horizontalmente, para que el agua no se filtre en el interior y rompa el pegamento de los filamentos.
El aroma a vinagre se quitará en solo unos momentos, y tendrás listas tus brochas para maquillarte de nuevo, pero no olvides que deben estar completamente secas antes de volver a usarlas. ¿Te animas a darles una segunda oportunidad a tus herramientas de combate?