El contacto con tu bebé es cada vez mayor, el grado de intimidad que tienen entre ambos es algo que tal vez nunca te imaginaste. Haberle dado de lactar de tu pecho hizo que este vínculo crezca cada vez más, ahora son uno solo y siempre verás a tu engreído como al niño que alguna vez alimentaste.
Es tan fuerte este contacto que muchas mamis tienden a dar de lactar a sus angelitos por mucho más tiempo del esperado. Hay algunas que llegan a lo que se llama lactancia materna prolongada, que es aquella que se extiende en el pequeño por más de dos años.
Es verdad que la leche materna es muy saludable y trae múltiples beneficios luego del primer año, como inmunidad ante enfermedades, calorías, vitaminas y enzimas importantes. Es más, si tu hijito se enferma la leche materna puede ser lo único que tolere. El tiempo en el que suministra al menor de este elemento depende de cada mami.
Muchos especialistas lo recomiendan debido a las propiedades de inmunidad que posee en su composición. De hecho, algunos estudios revelan que los niños mayores de 12 meses que continúan amamantando se enferman menos que los que han dejado esta actividad al medio año de vida.
Sin embargo, también debes tener cuidado con el tiempo que le brindas el pecho. Recuerda que mientras más tiempo transcurra, será más complicado para tu hijito dejar de ser amamantado, lo cual terminará haciendo que durante su fase de crecimiento continúe desarrollando una dependencia hacia ti.
Además, recuerda que los dientes de tu angelito se irán fortaleciendo cada vez más. Ya no son los dientecitos inofensivos de un principio, por lo que pueden terminar haciéndote sentir mucho dolor en tu seno. Confía en tu instinto, tú conoces la conexión, pero no la alargues si no es necesario. ¡La decisión es tuya!