Muchas personas piensan que el color con el que vestimos a los bebés puede determinar la futura sexualidad del bebe, y escogen moda infantil del bebé acorde con su sexo por eso. Esto a mi modo de ver no es así, pensar que el color con el que vestimos a nuestro hijo puede determinar su personalidad creo que no es más que trasladar prejuicios que nosotros tenemos bien hacía ese color o bien hacía lo que ese color representa universalmente. Hay mucha gente que asocia el color rosa para niños varones con la homosexualidad, yo aún recuerdo cuando una conocida de mi madre vestía a su hijo de rosa, en su caso, fue hace varios años, un error en la determinación del sexo del bebé hizo que le regalaran mucha ropa de niña y cuando nació y vio que era niño se negó a devolverla.
Muchos padres tienen reticencias a la hora de vestir a sus hijas de azul porque dicen que van a parecer niños, incluso tienen reparos para cortarles el pelo corto a las niñas. Yo creo que esto es extrapolar los prejuicios que nosotros tenemos, quizás se nos ha vendido una imagen a través de la televisión de homosexuales muy exagerados vestidos con tonos rosas y por ello no queremos vestir a nuestro hijo de ese color. Otros padres arguyen que no les gusta ese color para sus hijos o que los ven raros.
Ni que decir tiene que es una obviedad que vestir a una niña de azul no va a hacer que tenga o le gusten juegos de niños, eso irá con la personalidad intrínseca de la niña pero no creo que tenga nada que ver con el color azul. Tampoco somos ajenos a los dictados de la moda, hubo una época en que el color rosa para adultos era un color pasado de moda y permanecía sólo en la moda infantil para niñas. S alguien se ponía color rosa se le veía raro y enseguida se cuestionaba.
En suma, los prejuicios que tenemos los adultos respecto a los colores los extrapolamos a la moda infantil para nuestros hijos. Si no nos gusta un color, no se lo pondremos, si un color nos trae malos recuerdos tampoco y si un color nos hace pensar en una tendencia sexual que no sea de nuestro agrado menos aún, nos vemos influenciados por muchos factores y eso se nota, nada tiene que ver el color.