Bajar de peso, moldear tu cintura y estilizar tu figura no es algo de un día para el otro. Conseguir nuestro objetivo es un proceso, pero en este tiempo ¿Cómo ocultar los rollitos y disimular la grasa acumulada en el abdomen? En estos casos, las fajas reductoras pueden ser una excelente solución.
Es cierto que desde siempre se han escuchado múltiples opiniones sobre las fajas reductoras, para algunos son muy buenas y para otros no tanto, que sirven o no. Pero la clave esta en utilizarlas solo cuando se las necesita y estos casos se convierten en una perfecta ocasión.
Actualmente las fajas reductoras ya no son lo que eran antes. En un principio se trataba de una banda elástica simple que aplicaba presión pero ahora, estas fajas se confeccionan en telas suaves que permiten la respiración de la piel y no bloquean el circuito sanguíneo. Son flexibles, estéticas y muy cómodas.
En el proceso de perdida de peso, después de haber bajado algunos kilos y después del parto, es muy común que la “pancita” quede algo floja y esto se puede percibir a simple vista al vestirse.
Es por eso que se recomienda el uso de fajas reductoras, siempre y cuando el medico lo permita, para disimular estos defectos y lucir una figura mucho mas estilizada y joven.