Cada individuo es único y, como tal, es fundamental no forzar un estilo particular de alguien si simplemente no es quién es el. Esto significa estar al corriente de los estilos clásico y las tendencias actuales, así como educarte a ti mismo en los detalles de las industrias en donde trabajan sus clientes. Detallado y registrando en registros para que un cliente no tenga que seguir repitiendo su talla de camisa cada vez que quiere algo nuevo. Muchos compradores personales también están llamados a dar asesoramiento en materia de peinados, maquillaje y etiqueta – todo lo cual puede ser una tarea abrumadora si su expectativa era que sólo estaría eligiendo suéteres. Si no se siente cómodo con estas áreas, le tocaría establecer una red de expertos de referencia. Por último , pero no de menos importante, un cliente que le da su tarjeta de crédito le está entregando su confianza, no abusar de ella.