Se supone que la rutina de belleza es así: limpiar, tonificar e hidratar o nutrir. Sin embargo, muchas mujeres prefieren omitir el paso dos aduciendo falta de tiempo o lisa y llanamente, flojera.
Para los especialistas, saltarse el tónico es un craso error. ¿Por qué? Porque el tónico termina de limpiar la piel y elimina las células muertas. La deja lista para absorber correctamente todos los nutrientes de las cremas que nos aplicamos al terminar la rutina de cuidados básicos.
Si te desmaquillas con toallitas húmedas, con espuma, con jabón o una loción limpiadora, el tónico facial se ocupará de restaurar y equilbrar el pH, en el caso de que estuviera alterado. Además, otra de sus cualidades son las de disminuir el brillo y reducir el tamaño de los poros.
¿Y cómo se aplica? ¡Es muy simple! Empapa un algodón y empieza desde el centro de la frente hacia los lados, luego mejillas y mentón. Repasa varias la zona T, que es donde se acumula más grasa. Antes de continuar con el resto de productos, deja que la piel absorba el tónico por completo.
¡Ven por tu tónico ahora! Y aprovecha de conocer los nuevos tónicos que Inglot acaba de lanzar. Hay uno para cada tipo de piel: normal, seca o grasa ¿cuál llevarías tú?