Cuando el sol es más fuerte de lo normal, nuestro rostro corre el riesgo de volverse más seco y de mancharse por culpa de la radiación. Pero no es el único que se resiente, también lo hacen otras zonas de cuerpo como las piernas, los pies y el escote. Aunque siempre es recomendable ir al dermatólogo antes de hacer cualquier cosa, existen una serie de mascarillas elaboradas con productos naturales que ayudan a fortalecer nuestra piel durante esta temporada. Ten en cuenta que para que surtan efecto es necesario que tengas la piel muy limpia, y que debes aplicártelas por al menos 10 minutos para que la mezcla sea efectiva. ¡El tiempo es muy importante!
Para el equilibrio del rostro
Para combatir los brillos de la cara, la mascarilla perfecta está elaborada en base a fresas y yogurt, pues ambos ingredientes contienen ácidos que permiten que piel elimine todas las células muertas.
¿Cómo hacerla? Mezcla en un recipiente una cucharada de yogurt, un puñado de fresas molidas, una cucharadita de maicena y unas gotas de miel. Aplícala sobre tu rostro durante diez minutos. Enjuágalo suavemente con agua tibia y para finalizar, hidrátate con tu crema favorita.
Para el cuerpo
Durante el verano nos encremamos hasta el hartazgo. Nos aplicamos muchas cremas para evitar la sequedad y palear los efectos de la radiación, pero pese a lo bueno de esto, en nuestra piel van quedando una serie de residuos y células muertas que es bueno eliminar.
Una receta que sirve para dejar la piel suave y sumamente hidratada, es mezclar azúcar granulada y aceite de oliva en un bowl. Revuélvelos hasta que se integren, unta tus manos o una toalla pequeña –de esas de manos– con la mezcla, y luego frótala por todo tu cuerpo. Insiste en las zonas más proclives a las durezas como los codos y las rodillas, y en las que la piel es más delicada como el escote y los antebrazos, refriega con delicadeza para no dañarla.
Si quieres que oler bien, añádele unas gotitas de aceite de vainilla o de tu esencia favorita. Atención: puedes aplicarte la mezcla en la ducha, pero ten cuidado con resbalarte.
Para los talones
Después de andar descalza por la playa, los talones se resienten: se secan, aparecen durezas, se agrietan y quedan en muy mal estado justo en un período en que las sandalias son el calzado que manda. Aprovechas las noches para cuidarlos como se merecen: lima las impurezas y una vez que estén lisos, masajéatelos con una gran cantidad de vaselina. Luego, ponte unos calcetines de algodón y a dormir. ¡Verás cuán hidratados quedan al día siguiente! No te arrepentirás.
Con estas simples recetas, lograrás armar un pequeño spa en tu propia casa. ¿Te animas a probar estas recetas naturales?